Once siglos del Monasterio de San Miguel de Escalada
Ana Isabel Ferreras / alcaldesa de Gradefes
¿Quién
no se ha conmovido ante la sonrisa de un niño el día de su cumpleaños?
Es una auténtica gozada comprobar la desbordante ilusión y rabiosa
alegría que desprenden a raudales. Con el transcurso del tiempo, el
candor de la inocencia se va diluyendo, dando paso a la tranquilidad de
la edad adulta, y a pesar de que muchos no quieran reconocerlo, a todos
nos sigue gustando cumplir años, y sobretodo poder contarlo.
Ciertamente
las piedras no pueden hablar, pero sí que pueden contar muchos más
cumpleaños que nosotros. Este es el caso de uno de los monumentos más
antiguos de León: el Monasterio de San Miguel de Escalada, del que se
está celebrando su Mil Cien Aniversario. Once siglos después de su
consagración, un 20 de noviembre del año 913, hoy se erige regio y
majestuoso como nunca, desafiando al tiempo y al mundo con su osada y
mágica arquitectura.
Once siglos después, y a pesar de ser todo
un emblema en su género, sigue siendo más considerado fuera de nuestras
fronteras que dentro. Es lamentable que figure en los libros de texto de
otros países como el ejemplo más relevante del mozárabe en la península
ibérica, y aquí se empecinen en llenar pósters y campañas publicitarias
con el vacío de su ausencia. Matizando... es peor que lamentable,
"vergonzoso" sería mucho más correcto. Es una evidencia que no les
interesa lo más mínimo a todo ese grupo elitista que dirige nuestros
designios, y lo peor es que nunca les ha interesado. Porque señores
míos, quienes deciden donde se gastan los dineros públicos, que alardean
de cultos siendo catetos, llevan años disparando sus presupuestos en
aquellos lugares donde obtienen mayor rentabilidad para su propio
beneficio, y claro.... la provincia y sus pueblos, es poca cosa, sobre
todo si hay poca población (es decir, pocos votos y poca presión para
que se dignen a girar su cabeza). Decisiones arbitrarias sobre qué
aniversario merece la pena conmemorar. Si a esto le añadimos que los
gallifantes de la Junta, ahora dueños y señores por las leyes que ellos
mismos se fabrican a medida, hacen lo posible porque esta cazurra
provincia pase desapercibida, tenemos el cóctel servido y listo para
engullir. Y
Once siglos de historia y once cipreses plantados a la vera del Monasterio, por iniciativa de la Asociación Cultural Priorato de Escalada, esos vecinos del pueblo que le acompañan en su viaje milenario y que desde sus ancestros le han mimado y escoltado, al igual que lo harán las generaciones venideras....si es que les dejan.
Once siglos de historia y once cipreses plantados a la vera del Monasterio, por iniciativa de la Asociación Cultural Priorato de Escalada, esos vecinos del pueblo que le acompañan en su viaje milenario y que desde sus ancestros le han mimado y escoltado, al igual que lo harán las generaciones venideras....si es que les dejan.
Artículo aparecido en el periódico "GENTE".