viernes, 27 de enero de 2012

Recreación de la placa fundacional desaparecida

«En este lugar, desde antiguo dedicado en honor del arcángel San Miguel, se construyó una obra pequeña que, después de ser consumida por las ruínas, permaneció durante largo tiempo derruida. Hasta que el abad Alfonso, con sus compañeros llegados desde la patria cordobesa, erigió el arruinado edifício en tiempos del poderoso y sereno príncipe Alfonso (III de Astúrias, 866-910). Fue por el creciente número de monjes, precisamente por eso, por lo que se erigió con fundamento este hermoso templo, una obra admirablemente ampliada y engrandecida. Y se hizo así no por imposición de las autoridades, ni por opresión al pueblo, sino gracias a las constantes tareas de vigilancia ejercidas por el abad Alfonso y los monjes; gracias a su empeño se pudieron completar estas obras en 12 meses, coincidiendo con la finalización del reinado de Garcia (I de León, 910-914) y la reina Mumadona, en la era 951 (año 913). Este templo fue consagrado por el obispo Genadio (865-937 aprox.) el dia duodécimo de las Kalendas de diciembre (20 de noviembre)».